Las Organizaciones de Trabajadores Desocupados


Todos lo comparten: no alcanza con resistir. Cortar las rutas, tomar edificios públicos, marchar, negociar con el ministro de turno, pedir a los hipermercados, mantener comedores barriales, abrir centros de salud, volver a cortar rutas no es suficiente. Dejar de hacerlo es suicida. Hacerlo garantiza apenas una sobrevivencia frágil: los 15 días que dura un bolsón de alimentos, los tres meses del plan de empleo, lo que aguante la voluntad de los comerciantes que donan comida para la olla popular. Por eso en las organizaciones piqueteras la salida a la crisis social hace rato que se piensa en términos políticos. No hay un "proyecto político piquetero", sino varios: desde los que siguen lógicas de construcción partidarias a los que apuntan a fortalecer el movimiento social, pasando por los que fruncen la nariz cada vez que se habla de ocupar espacios institucionales.

El sector "dialoguista": FTV y CCC

Luis D'Elía y Juan Carlos Alderete están convencidos de que la única salida es que el movimiento piquetero llegue al gobierno, como parte de una coalición mayor. Su argumento dice lo siguiente: "Para este modelo sobramos, tanto nosotros como nuestras familias estamos de más. Los mayores de 40 quedamos fuera del trabajo, para los de 20 el máximo horizonte es convertirse en repositor de un hipermercado. La protesta sirve para conseguir planes de empleo, pero si se quiere reabrir las fábricas hay que cambiar el modelo. Para cambiarlo hay que estar en el gobierno". En ese marco, los dos están jugados a impulsar un frente que definen como "social y político". Incluyen allí como organizaciones iniciales a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), lo que implica sumar a su lista de intenciones a las industrias pequeña y medianas, los universitarios de la FUA, la Federación Agraria, las organizaciones de derechos humanos, a los estatales y docentes más algunos partidos de centroizquierda.
Preocupados por mantener buenas relaciones y diálogo permanente con el gobierno nacional administran la mitad de las ayudas que el Estado da a los Jefes de Familia (50 € mensuales).
Para D'Elía, que fue concejal del Frepaso y es diputado provincial (ex Polo Social), tal construcción tiene un ingrediente electoral importante. Algunos de sus allegados dicen (y él desmiente) que le gustaría ser gobernador. Alderete, que integra el Partido Comunista Revolucionario, no piensa en comicios sino en un "nuevo argentinazo" que derive en la conformación de un gobierno de unidad popular. En línea con el PCR (que en octubre llamó a no votar), sostiene además que no será candidato.
Los desocupados de la CCC hacen asambleas todas las semanas, eligen delegados, utilizan un sistema de planillas con puntajes interno. Los de la FTV no hacen asambleas y tienen una organización más vertical. Como criterio común, la FTV y la CCC acordaron una línea de trabajo: no hacen cortes de ruta totales (en un gesto hacia los sectores medios), ocupan espacios institucionales (como los Consejos Consultivos que manejan los planes sociales), buscan que sus planes de lucha tengan carácter polisectorial (con docentes, estatales y trabajadores de la salud).

Los Aníbal Verón

Son los piqueteros del sur del Conurbano, fuertes en Quilmes, Lanús y Almirante Brown. Cuando salen a la ruta son inconfundibles: usan las caras tapadas por pasamontañas o pañuelos palestinos, hay una alta proporción de jóvenes y hacen cortes totales (generalmente en los puentes de acceso a la Capital).
La Aníbal Verón es una coordinadora que agrupa a once movimientos de desocupados, cada cual con matices y diferencias. Tal vez una de las pocas cosas que se puedan decir para englobarlos es que todos defienden esa diversidad.
"Nosotros no creemos en la toma del poder", dice Andrés Fernández, del MTD de Solano. "Pensamos que la cuestión no pasa por llegar a instalarnos en un lugar de poder impregnado por los valores de un sistema que ya no tiene respuestas para la sociedad. Nosotros trabajamos para cambiar el sistema y creemos que eso es algo que se comienza a construir desde la base, entre nosotros. Nos importa mucho recuperar lo humano, generar relaciones entre compañeros solidarias y colectivas." Dicen que en ese camino "la lucha no significa sólo cortar rutas o enfrentarse con la policía sino también enfrentar nuestra propia y vieja manera de pensar, el individualismo, la tendencia a ponerse en primer lugar".
El MTD de Solano utiliza cuatro principios de organización interna: horizontalidad, participación, democracia directa y autonomía. Resuelven todo en asamblea.
Trabajan en base a acuerdos: antes de empezar a hacer algo, definen qué y cómo se va a hacer. Cuando abren una negociación con el gobierno se niegan a poner interlocutores fijos. Se definen como "anticapitalistas, autónomos de los partidos políticos, incluso los de izquierda, y de las centrales sindicales".
Desde que se formó el MTD de Solano, hace cinco años, sus integrantes no votan. "Del '60 para acá no hubo gobierno que haya representado al trabajador respetando todos sus derechos. No vemos ningún candidato que nos guste, más allá de alguno que por ahí se posicione de forma más a favor de las clases oprimidas." No están pensando en las elecciones sino en generar espacios de autonomía. Consideran que "para poder llegar a un acuerdo entre las organizaciones, ya que en algunos sectores se habla de formar un gobierno de coalición, primero hay que saldar todas las discusiones políticas internas. Ahora no podemos presentar un programa o participar de comicios", dice Andrés Fernández. "Iremos más despacio, llegaremos más tarde, perderemos el tren, pero vamos a estar todos juntos."
El Gobierno Nacional se ensañó con ellos en la represión de junio pasado cuando la policía fusiló a dos integrantes de la Aníbal Verón. A partir de esto tuvieron serios enfrentamientos con D'Elia puesto que se negó a defenderlos, ni siquiera fue a las manifestaciones que se hicieron en repudio al Gobierno por la Represión y asesinato de los piqueteros.

Bloque Nacional Piquetero

Son las líneas piqueteras de los partidos de izquierda, con un fuerte predominio del Partido Obrero. En general, su táctica ha sido trabajar junto a los dirigentes surgidos en cada conflicto para sumarlos a sus listas, aunque tras el 19 y 20 de diciembre todo el sector está repensando métodos y estrategias. El acuerdo interno en el Bloque es "luchar por otro argentinazo", dice Néstor Pitrola (PO).
Su esfuerzo está puesto en ganar la calle y sumar el mayor número de asambleas posibles. Califican a Eduardo Duhalde de agente del FMI, consideran que el Gobierno no tiene rumbo y descartan la salida electoral "como una maniobra distraccionista". Aun así, "una vez convocados los comicios nos daremos una estrategia electoral" dice Pitrola. En realidad, en el interior Bloque hay sólo uno o dos grupos antielectorales y todo indica que el resto va a participar.
Los piqueteros del sector mantienen con los agrupados en torno de D'Elía y Alderete una diferencia básica: tras el estallido de diciembre consideraron que el país había entrado en una situación revolucionaria. Esta diferencia de diagnóstico provocó la ruptura del movimiento piquetero, a principios de enero. Hasta entonces, mal que mal, todos los grupos venían coordinando acciones.
Hoy integran el Bloque el Polo Obrero, el Movimiento Territorial de Liberación (del Partido Comunista), el Movimiento Teresa Rodríguez (de Roberto Martino), la Federación de Trabajadores Combativos (MAS, PRS, FOS) y la Coordinadora de Unidad Barrial (vinculada al Partido Revolucionario de la Liberación).